La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha pronosticado un otoño cálido y húmedo para Castilla y León, con un 60 por ciento de probabilidad de que sea cálido y un 50 por ciento de que sea más lluvioso de lo normal. Sin embargo, lo que queda de septiembre y principios de octubre se caracterizarán por un clima estable y seco, con temperaturas por encima de lo habitual.
Estas predicciones llegan después de que Castilla y León haya experimentado el tercer verano más cálido desde 1913, solo superado por los veranos de 2022 y 2003. Además, ocho de los diez veranos más cálidos en la región han tenido lugar en los últimos 15 años, lo que resalta la tendencia al calentamiento global.
El resumen meteorológico del verano en la región revela que ha sido un verano cálido y húmedo, con un gran contraste en la precipitación entre junio, que tuvo un superávit del 121 por ciento, y julio y agosto, que registraron un déficit de precipitación del 70 y 83 por ciento, respectivamente. Las temperaturas medias en el trimestre junio-agosto estuvieron 1,2 grados centígrados por encima de lo normal, lo que lo convirtió en un verano muy cálido en la mayor parte de la Comunidad.
Durante el verano, se registraron 40 días en los que las temperaturas superaron o igualaron los 30 grados centígrados, lo que demuestra la persistencia del calor en la región. El récord de temperatura máxima se alcanzó el 23 de agosto en Miranda de Ebro, con 44,1 grados centígrados, mientras que la mínima más baja fue de 1,5 grados centígrados en Cuéllar el 28 de agosto.
En cuanto a la precipitación, hubo registros récord tanto de precipitaciones intensas como de falta de lluvia.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, destacó la importancia de las predicciones de Aemet y la necesidad de estar atentos a los avisos emitidos en el marco del Plan Meteoalerta para proteger vidas y bienes en un contexto de cambio climático que está afectando a la región.
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