Un agricultor ha sido condenado a 9 meses de prisión y a pagar una indemnización de 4.429,4 euros por cosechar unas fincas de cereal en Quintanilla de la Mata. Estas fincas estaban arrendadas a una cooperativa de la comarca del Arlanza desde el año anterior. La relación conflictiva entre ambas partes ya había dado lugar a otro juicio por causar daños materiales en parcelas de la misma localidad. Los hechos ocurrieron en dos días diferentes de julio.
Delito continuado de hurto y ánimo de lucro
El agricultor ha sido condenado por un delito continuado de hurto, ya que se apropió de las cosechas de esas fincas sin tener derecho sobre ellas. La sentencia establece que existía ánimo de lucro y que el agricultor obtuvo una ventaja patrimonial al cosechar los cultivos. La acusación particular solicitó que se le condenara también por daños y por usurpación, pero los tribunales consideraron suficiente la condena por hurto.
Conclusión del contrato y conocimiento de la situación
La sentencia destaca que el agricultor cosechó las fincas de manera consciente y voluntaria, ya que su contrato con esas tierras había concluido en el año 2018. Según el documento firmado en 2013, el agricultor debía abandonar las fincas sin recibir comunicación alguna una vez transcurrido el plazo de 5 años. Por tanto, no puede alegar falta de conocimiento sobre su situación contractual. Además, la sentencia determina que fue el actual arrendador quien sembró las fincas, no el agricultor condenado.
Indemnización por el perjuicio causado
La indemnización establecida para la cooperativa perjudicada se calcula sobre la base de 0,1611 euros por kilo de cebada. Aunque parte de la superficie estaba dañada antes de la intervención del agricultor condenado, se ha reducido la cantidad a indemnizar debido a este daño previo. Se estima que se cosecharon alrededor de 4.000 kilos de cebada en total.
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