La Guardia Civil investiga un presunto caso de expolio arqueológico en un yacimiento de La Demanda, en Burgos. Se sospecha de un hombre de 39 años, identificado como P.I.M, quien habría utilizado detectores de metales y una azada para realizar remociones de terreno en el sitio arqueológico. El hallazgo ilegal ha generado preocupación, ya que se ha comprometido la integridad de la información estratigráfica del lugar.
Un particular alertó a la Guardia Civil sobre la presencia sospechosa de una persona utilizando un detector de metales en un paraje abierto de la comarca de La Demanda. Las autoridades actuaron rápidamente para verificar la información y descubrieron al individuo cerca de una ermita, considerada un yacimiento arqueológico. El sospechoso estaba realizando remociones de terreno con una azada y portaba un detector de metales, así como otro de precisión más pequeño.
La inspección realizada por el Seprona de la Guardia Civil reveló la presencia de numerosos hoyos excavados recientemente, así como agujeros en parcelas adyacentes. Estos lugares se encuentran en un yacimiento arqueológico declarado. Durante el registro del vehículo y las pertenencias del sospechoso, se encontraron varias piezas metálicas con restos de tierra del lugar, que aparentemente tienen una notable antigüedad. Estas piezas fueron incautadas y enviadas al Museo de Burgos para su estudio.
Entre los objetos incautados se encuentran once monedas de cobre en distintas aleaciones, así como tres botones y dos insignias que formaron parte de diferentes uniformidades. Uno de los hallazgos más destacados es un ‘as’ acuñado en el siglo I en la ceca de Clunia, durante la época del emperador Tiberio. Estos objetos históricos son de gran valor patrimonial.
El presunto autor del expolio arqueológico, P.I.M., ha sido investigado y se le imputa un delito sobre Patrimonio Histórico. Las diligencias correspondientes han sido entregadas al Juzgado de Instrucción de Salas de los Infantes.
Este caso pone de manifiesto las consecuencias negativas que puede tener el expolio arqueológico. Además de la pérdida irreparable de parte de la información contenida en la secuencia estratigráfica del lugar, también se alteran los contextos históricos. La sustracción de vestigios arqueológicos sin una metodología adecuada impide cualquier acción de reparación o restauración.
Por tanto, es fundamental que cualquier persona interesada en realizar actividades arqueológicas y utilizar detectores de metales obtenga la autorización previa y expresa de la Consejería competente en materia de cultura. Además, es obligatorio comunicar de inmediato cualquier hallazgo casual de un bien arqueológico a la Dirección General competente en materia de Patrimonio y Bienes Culturales. Esto garantizará la preservación adecuada de nuestro patrimonio histórico y cultural.
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