Más de setecientas personas despidieron este pasado martes en Derroñadas (Soria) a la familia muerta la semana pasada en un siniestro que tuvo lugar en la carretera N-234, en Torralba de Ribota, cuando se desplazaba desde Zaragoza a este pueblo soriano.
Las personas que perdieron la vida en el accidente vial son el matrimonio formado por Tomás Aróstegui Chapa e Inés Bellido Octavio, que estaba embaraza de cinco meses, y su hijo Quique.
Los restos mortales del matrimonio y su hijo, incinerados, ya descansan en el cementerio de Derroñadas, un pueblo con apenas una veintena de vecinos en invierno, tras un funeral al que han asistido familia, amigos, compañeros y vecinos.
El dolor que sentimos todos es directamente proporcional al cariño que sentimos por Tomás e Inés, ha expuesto en la homilía el sacerdote que ha oficiado el funeral.
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